Hace muchos años que una contención secundaria adecuada es un requisito legal en muchos países, especialmente alrededor de tanques, recipientes de almacenamiento y otros equipos de planta que contengan líquidos peligrosos. Se han promulgado reglamentaciones para establecer medidas preventivas. Si no cumplen con estas reglamentaciones, las empresas se arriesgan a multas costosas, a veces al punto de verse sometidas a acciones penales.
Comúnmente, se usan depósitos colectores de ladrillo, bloques revocados y hormigón como sistemas de contención secundaria para proteger el ambiente de derrames de sustancias químicas corrosivas y tóxicas. Estos materiales son económicos y brindan una buena resistencia estructural. Sin embargo, pueden permearse fácilmente debido a su porosidad. También tienen poca resistencia a los químicos, lo que los hace susceptibles al deterioro por ataque químico. Además, el hormigón en particular es muy propenso a agrietarse debido al movimiento del sustrato y a los ciclos de congelamiento y descongelamiento. Si no se atiende el deterioro de manera temprana, la integridad estructural del hormigón sufrirá y podría ocasionar la contaminación de las áreas contiguas.
Pero la reparación y protección de depósitos colectores presenta un desafío. Las tecnologías usadas comúnmente para la protección de áreas de contención incluyen ladrillo, revestimientos y recubrimientos con fibra de vidrio. Los ladrillos y revestimientos ofrecen buena resistencia química pero tienden a ser bastante rígidos y susceptibles al agrietamiento y a la laminación. Los recubrimientos están disponibles en muchas variedades con diferentes grados de resistencia química, flexibilidad, durabilidad y complejidad de aplicación, variando también su precio.

Sistemas avanzados de compuestos y recubrimientos
Allí donde haya fallado la protección química, el sustrato poroso sin protección tiene el potencial de deteriorarse rápidamente. Esto permite que la sustancia química penetre a través de él. Las reparaciones con hormigón son muy largas debido a las preparaciones necesarias y al plazo de fraguado de 28 días del cemento. Además, el hormigón no adhiere bien sobre el hormigón viejo, lo que hace que queden áreas débiles en la contención secundaria.
Un sistema de reparación que facilite una respuesta rápida y ofrezca larga duración en servicio es, por lo tanto, una buena alternativa.
Los recubrimientos de barrera y los morteros poliméricos de Belzona se usaron por primera vez para reparar depósitos colectores en la década de 1980. Los polímeros Belzona Magma ofrecen una adherencia al hormigón más resistente que la fuerza cohesiva del propio hormigón. Los sistemas de recubrimiento y morteros de Belzona se solidifican en unas horas y alcanzan toda su resistencia a los químicos en días.
Además de reparar las áreas de contención deterioradas, Belzona puede prevenir que el problema simplemente ocurra si se usan recubrimientos protectores. Estos recubrimientos se adhieren igualmente bien a diversos sustratos, entre ellos hormigón, metales, ladrillo y recubrimientos existentes. Junto con la capacidad de resistir una amplia gama de sustancias químicas, en todas las concentraciones de sustancias cáusticas y ácido sulfúrico de hasta el 98%, Belzona ofrece una solución duradera allí donde otras tecnologías han fallado.
¿Por qué elegir los recubrimientos y compuestos de Belzona?
Porque la aplicación es simple y rápida, con herramientas manuales convencionales. Los materiales son 100% sólidos, no se contraen después de fraguar. Tienen una excelente adherencia que impide la delaminación y el fallo prematuro, además de su alta resistencia química comprobada. Reducen drásticamente los tiempos fuera de servicio y otros costes de reparación.

¿Dónde se pueden aplicar los morteros poliméricos de Belzona?
Los materiales de Belzona se adhieren bien a la mayoría de los sustratos y se han usado como sistema de reparación y protección para lo siguiente:
- Áreas de contención de químicos
- Tanques y sumideros de hormigón
- Soportes y estructuras verticales de hormigón
- Pedestales
- Alcantarillas y canales
- Equipos que manejan fluidos
- Recipientes y tuberías
En resumen, los sistemas de Belzona son adecuados para uso en cualquier lugar donde se almacenen y transporten sustancias químicas.
¿Qué sustancias químicas pueden resistir los materiales de Belzona?
Los materiales de Belzona resisten una amplia gama de sustancias químicas a diferentes temperaturas y concentraciones. Los materiales fueron probados ante una amplia variedad de sustancias químicas, y sus resultados están registrados en el cuadro de resistencia química disponible para cada producto de Belzona apto para el contacto con sustancias químicas agresivas.
Belzona 4311, por ejemplo, se puede aplicar para servicio continuo sumergido en ácido sulfúrico al 98%, amoniaco al 30%, hidróxido de sodio, fuel oil y muchos otros líquidos acuosos e hidrocarburos.
La gama de polímeros Belzona Magma, por otro lado, ofrecen una solución completa para la reconstrucción, refuerzo y protección de depósitos de contención secundaria.
Belzona 4111 (Magma-Quartz) | Reconstrucción de superficies sujetas a impacto y abrasión |
Belzona 4141 (Magma-Build) | Material de reparación ligero para reconstrucción de superficies verticales |
Belzona 4181 (AHR MagmaQuartz) | Para casos donde se requiere una máxima resistencia al calor y/o a las sustancias químicas |
Belzona 4131 (MagmaScreed) | Enrasado en capas finas para áreas más grandes |
Si necesitas proteger o reparar tus depósitos de contención secundaria, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de rodator@rodator.com y nuestro equipo técnico te asesorará sin compromiso.